Madera podrida / reparando sillas de jardín

Traducido al español por Sergio

Es difícil predecir donde se va a pudrir la madera, así que puede ser útil examinar las partes que se han podrido en cierto grado para obtener un mejor conocimiento del tema.

El motivo de esta historia fue que colocamos en hileras todas las sillas de jardín en el campamento Amogla para la boda de mi hermano. Con todas la sillas alineadas era una buena oportunidad para examinarlas y ver cuales podrían necesitar una reparación.

Mi padre construyó la primera tanda de estas en algún momento alrededor de 1984, realizando más tandas a lo largo de los años siguientes. Por lo tanto algunas de estas sillas han estado a la intemperie desde hace ahora unos 30 veranos y algunas de las tablas de los asientos y de los reposabrazos se han podrido. Teniendo en consideración el tiempo que han pasado a la intemperie, me sorprendió que no estuviesen peor.

Las estructuras de todas la sillas fueron hechas con cedro blanco (Thuja, para ser correcto). Esta madera es muy resistente a la podredumbre y en general casi no encontré partes podridas en las estructuras.

Las parte podridas a menudo suelen aparecer donde se unen las piezas de madera ya que es ahí donde la humedad puede quedar atrapada. Pero la cola Weldbond que usó mi padre parece que se ha agarrado con fuerza y ha mantenido la podredumbre fuera. Eso fue una agradable sorpresa para mi.

Incluso el final de las patas, que están siempre sobre el suelo, no estaba podrido. Pero creo que también empapamos el final de todas las patas en protector para madera, lo que probablemente ayudó, (o por lo menos yo lo hice en todas las que yo vendí).


Las tablas podridas salieron hechas astillas, pero la tablas que aún estaban buenas aún eran sólidas. Me parece que la mayoría de las tablas podridas eran de la albura (madera debajo de la corteza del árbol) mientras que las otras no. Me sorprendió lo localizada que estaba la podredumbre.


Marcando donde cortar las esquinas de las tablas nuevas.


Esta pequeña sierra de banda barata fue útil para cortar las esquinas, aunque una sierra de calar también habría servido.


También tuve que hacer algunos cortes a lo largo. Al principio intenté usar la guía para cortes rectos de la sierra, pero la hoja de la sierra tiende a desviarse con un ligero ángulo, así que la guía no fue de mucha utilidad. Marqué una línea en la madera y luego la corte a mano alzada.


Para los cortes a escuadra usé una sierra ingletadora que encontré en la basura. La sierra no es lo suficientemente buena como para usarla en mi taller, pero es útil para cosas como esta. También la usé realizando la estructura del cobertizo de jardín y arreglando una terraza de madera


Clavé las tablas nuevas con los mismos clavos que quité de las tablas viejas. Esto me ahorró el trabajo de encontrar unos que me sirviesen.


Mi padre redondeó los bordes en alguna de las sillas. Yo no me traje una fresadora, así que copié la forma redondeada en los bordes con unas pocas pasadas con un pequeño cepillo de mano.


Las sillas todas reparadas. Del total de estas 30 sillas raras, nueve necesitaron que se les reemplazasen un total de 11 tablas. ¡No está mal después de unas décadas de uso! aunque debería decir que estas sillas tan solo han estado a la intemperie durante los tres meses de cada verano.

Creo que la clave para evitar que la madera se pudra es tener una estructura relativamente abierta que se seca fácilmente y en donde las maderas se unen tener una unión encolada y apretada que mantenga la humedad fuera.

También creo que es importante evitar usar pintura o selladores. El agua siempre va a encontrar por donde entrar en algún sitio y la pintura atrapará la humedad en el interior.


Mira también:

Banco de patio
(para echar la siesta)


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